Padecer ansiedad y desrealización es una experiencia común en las personas con ansiedad social cuando se enfrentan a situaciones sociales que les generan ansiedad.
Se caracteriza por una sensación de desconexión o distanciamiento de la realidad, como si todo lo que sucede a su alrededor fuera irreal o fuera de su control.
En este artículo, exploraremos en detalle el fenómeno de la ansiedad y la desrealización, para descubrir cómo puede afectar a las personas y cómo afrontarlo para mantener una conexión más saludable con la realidad social.
La desrealización en la fobia social está estrechamente relacionada con la ansiedad y el estrés experimentados en situaciones sociales. Cuando las personas se enfrentan a interacciones sociales temidas, su nivel de ansiedad puede aumentar rápidamente. Esta respuesta de ansiedad intensa puede activar el mecanismo de defensa de la desrealización como una forma de protección psicológica.
Al desconectarse de la realidad social, se crea una barrera de seguridad emocional para lidiar con el malestar experimentado.
Sin embargo, la desrealización puede tener un impacto significativo en la experiencia social de las personas con fobia social. Al sentirse desconectados de la realidad, pueden tener dificultades para concentrarse, seguir conversaciones y participar activamente en interacciones sociales. Esta desconexión puede llevar a sentimientos de aislamiento, incomodidad y dificultades para establecer vínculos emocionales con los demás. Además, la desrealización puede aumentar la ansiedad social al hacer que la situación se sienta aún más amenazante y fuera de control.
Afrontar la desrealización en la fobia social implica varios pasos importantes. En primer lugar, es fundamental reconocer y aceptar que es un síntoma relacionado con la ansiedad. Al comprender que es una respuesta de protección, se puede reducir el miedo y la preocupación asociados con la experiencia.
Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el mindfulness, puede ayudar a reducir la ansiedad, restablecer el equilibrio emocional y mantener una mayor conexión con el momento presente.
Además, desafiar los pensamientos negativos que alimentan la desrealización es importante. Cuestionar la validez de estos pensamientos y reemplazarlos por pensamientos más realistas y positivos puede ayudar a cambiar la percepción de la realidad y reducir la sensación de desconexión.